Mi sueño de niño era ser futbolista. Jugué al fútbol sala representando Bogotá durante 9 años. Siempre destaqué por mis regates y mi velocidad.
A la vez que mi carrera como futbolista estaba en crecimiento, descubrí el baile. Ambas disciplinas compartían valores como: la constancia, la sincronía, la fluidez y confianza en el equipo.
Sin embargo, en un partido sufrí una grave lesión que no sabía si me iba a permitir volver a caminar. Y fue ahí, en la camilla del hospital, cuando me prometí a mi mismo que si volvía a caminar dejaría el fútbol.
Después de la rehabilitación volví al baile, y me volqué en ello. Me formé en estudios de danza y empecé a competir, ganando tres veces consecutivas concursos nacionales de bailes latinos.
Años más tarde, unos amigos me invitaron a jugar una pachanga, y a pesar de que llevaba 8 años sin jugar al fútbol, dije que sí.
Sorprendentemente no había perdido capacidades y ¡realizaba movimientos que dejaban a todos con la boca abierta!
Es ahí cuando nace FLOWBOL, del estudio y vericidad de todos los beneficios que el baile aporta a los movimientos futbolísticos.